Información sobre el ozono
El ozono (O3) es un gas biocida de amplio espectro. Aplicado en las cantidades correctas, se comporta como un gran descontaminante y desodorizante, desinfectando por completo todas las superficies con las que entra en contacto. Es inestable, es decir, se descompone de manera muy rápida (en unos 30 minutos), por eso para usarlo como forma de desinfección, es preciso que se produzca/genere en el momento.
Esta es una de las principales razones por las que es uno de los métodos de desinfección más eficientes del mercado: posee la capacidad de desinfectar todo tipo de superficies, llegando a la totalidad de zonas de las mismas, donde otros métodos de desinfección son incapaces de llegar. Incluso la OMS reconoce el ozono como el desinfectante más eficiente para eliminar todo tipo de microorganismos (99%), al ser además virucida, bactericida, fungicida y esporicida. Esto, además, permitirá que se reduzca en gran medida el riesgo y la probabilidad de contagios de enfermedades bacterianas y virales.
Beneficios del ozono
Debemos tener muy presente que el ozono es la forma de desinfección más eficiente, y a la vez, la más respetuosa con el medio ambiente. Esto ocurre porque no genera subproductos contaminantes ni residuos al desinfectar y purificar, sino que, el único residuo que queda una vez ha actuado, es oxígeno (O) que purificará el aire.
Otro de los múltiples beneficios del ozono es su propiedad natural desodorizante. Es decir, hace que desaparezcan las partículas que generan el olor (orgánicas e inorgánicas), acabando así con todo tipo de olores y creando un ambiente más limpio y fresco.